AUTOAYUDA: LA SECCIÓN DE DULCE SALAS (COLABORADORA)

La socialización es un proceso fundamental en el desarrollo humano que implica la interacción y el contacto con otras personas, así como la adquisición de normas, valores, habilidades y roles. En este, aprendemos a comportarnos, comunicarnos, relacionarnos y a compartir con los demás. Tiene lugar a lo largo de toda la vida y es fundamental para la formación de la identidad personal y el desarrollo de habilidades sociales.
Aunque socializar es muy importante para nuestra salud mental, a veces podemos caer en patrones poco saludables que pueden afectar nuestra capacidad para conectarnos con los demás de manera positiva. Algunos ejemplos de estos serían los que se muestran a continuación:
- Aislamiento social consistente en la evitación constante de la interacción con otras personas.
- Dependencia emocional de otros para poder vivir de manera saludable.
- Comportamiento pasivo-agresivo, el cual se caracteriza por una comunicación poco clara, resentimiento encubierto, indirectas,...
- Competencia excesiva que lleva al individuo a tratar siempre de superar a los demás.
- Manipulación y juegos de poder mediante el uso habitual de tácticas que intentan que el otro haga lo deseado sin tener en cuenta su voluntad real.
- Falta de límites personales que llevan a la sobreexposición emocional, la sobreinversión en las necesidades de los demás y la falta de cuidado personal.
Con el objeto de evitar caer en una manera perjudicial de socializar y, consecuentemente, de incurrir en alguna de las formas nocivas señaladas, a continuación vamos a mostrar algunos consejos que pueden ser de utilidad:
- Busca un equilibrio, asegúrate de que no estás sobrecargando tu calendario social y dejando poco tiempo para ti mismo. A veces, estar solo y disfrutar de tus propias actividades es necesario para tu bienestar emocional.
- Aprende a decir <<no>> y a establecer límites en situaciones o eventos que pueden no ser lo mejor para ti. Esto, sin duda, es una parte importante del cuidado personal.
- Presta atención a tus sentimientos y pregúntate por qué te relacionas con determinadas personas que no te hacen sentir bien. No te fuerces a socializar con alguien solo porque es popular o está de moda. Asegúrate de que estás conectando con aquellos que te hacen sentir bien y que te apoyan.
- Practica la empatía cuando estés socializando, trata de ponerte en el lugar del otro y entender sus perspectivas y sentimientos. Escucha activamente y trata de mostrar interés y comprensión, te ayudará a construir conexiones más sólidas y significativas con los demás.
- Participa en actividades que disfrutes, esto puede incluir cosas como hacer deporte, asistir a eventos culturales o involucrarte en grupos comunitarios. Al hacer esto conocerás a personas con intereses similares y construirás conexiones significativas.
- Busca ayuda si la necesitas, no dudes en solicitar ayuda profesional. Un terapeuta o consejero puede guiarte y ponerte a trabajar en habilidades sociales y emocionales, además de a construir conexiones más significativas con los demás.
Recuerda que socializar es importante para nuestro bienestar emocional y mental, pero es importante hacerlo de manera saludable y equilibrada. Con estos consejos, podrás evitar caer en formas no buenas.
Autora: Dulce Salas.