La asertividad es una habilidad muy valorada en el ámbito de las relaciones humanas; considerándose crucial a la hora de establecer una comunicación apropiada que evite el conflicto y, a la vez, permita lograr los objetivos planteados.
Según Roca (2003) esta puede definirse “como una actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos personales, que incluye la expresión de nuestros sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones, en forma adecuada; respetando, al mismo tiempo, los de los demás” (p.10).
Pero, ¿de qué derechos nos habla esta definición? ¿Qué derechos son los que hay que respetar y hacer respetar?
La autora citada anteriormente nos propone que los principales son el derecho a ser nuestro propio juez, a elegir si nos hacemos o no responsables de los problemas de los demás, a elegir si queremos o no dar explicaciones, a modificar una opinión inicial, a cometer errores, a afirmar que algo se desconoce , a no requerir la aprobación de los demás para llevar a cabo acciones que realmente no la requieren, a tomar decisiones que no sean lógicas, a no comprender a los demás y a no buscar la perfección.
Otros que podrían añadirse son, por ejemplo, algunos de los planteados por Smith (2003): derecho a ser tratado digna y respetablemente, a expresar la propia forma de pensar y sentir, a ser tratado seriamente, a tomar las decisiones por uno mismo, a rechazar aquello que se considere oportuno rechazar, a solicitar lo deseado respetando las decisiones de los demás, a modificar la forma de pensar o actuar, a errar, a solicitar información, a la independencia, al disfrute, al descanso y aislamiento, a la superación y a ser superado.
Lista de referencias.
Roca, E. (2003). Como Mejorar Tus Habilidades Sociales. Valencia. ACDE
Smith, M. J. (2003). Cuando Digo No, Me Siento Culpable. Barcelona. Debolsillo.
Autor: Juan Antonio Alonso
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