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¿QUÉ NOS DEFINE?¿QUÉ ES NUESTRA PERSONALIDAD?

Cualquiera de los que esté leyendo este artículo, con mucha probabilidad, hará uso frecuente del término personalidad en su vida cotidiana. Casi todos, alguna vez, hemos hablado de personas con mucha personalidad, también solemos aducir que tal o cual persona actúa de determinada manera debido a su personalidad e incluso hacemos referencia a esta cuando señalamos lo que nos gusta o desagrada de alguien. Es una palabra muy utilizada y valorada, pero no tan fácil de ser definida. Para Carver y Scheier (1997), con esta hacemos referencia a cierta coherencia que puede ser apreciada en la forma de pensar, sentir y actuar de una persona dada. En otras palabras, esta nos indica aquello que permanece a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones. Por ejemplo, si alguien que conocemos es muy hablador ahora y también lo era cuando lo conocimos 20 años antes, daremos por hecho que esto forma parte de su personalidad.  Pero, según los mismos autores, este término no solo nos habla de continuidad y estabilidad, sino que también remarca la existencia de una predisposición interna de la persona a tener dichos pensamientos, sentimientos y comportamientos. Por tanto, para estos podría decirse que con personalidad hablamos de un sistema psicológico que determina ciertos patrones de funcionamiento personal y que, sin duda, establece en gran medida la manera en la que la persona se relaciona con el mundo.

Podría decirse por tanto que para la gran mayoría de nosotros parece claro que existe una clara predisposición en las personas a tener ciertos gustos, preferencias, pensamientos, emociones y formas de comportamiento. La psicología, en su búsqueda de conocer cuáles son dichas tendencias y patrones ha desarrollado diferentes teorías y formas de explicarlas. De todas ellas, las más usadas son aquellas que buscan establecer los tipos o rasgos que toda personalidad posee; para, conociendo el grado o lugar dentro de cada categoría que muestra cada persona, poder establecer una definición lo más precisa posible de la personalidad de aquél evaluado. Dentro de estas, la que apela a la existencia de cinco grandes factores que definen la personalidad es la más conocida. Estos, según Howard & Howard (2004), son:

  • Neuroticismo  o forma en la que una persona responde en situaciones de estrés. Aquí, en un extremo encontraríamos aquellos que se caracterizan por mantenerse en dichos contextos de manera estable, tranquilos y seguros y, en el otro,  a aquellos reactivos o que  responden con gran preocupación, pesimismo y con dificultad para recuperarse.
  • Extroversión o grado en el que la persona tolera la estimulación sensorial originada por otras personas y situaciones. Los extrovertidos, uno de los dos polos, lo conforman aquellos más activos verbal y físicamente y que se sienten seguros en la relación con los otros. El contrario, el de los introvertidos, es en el que se encuentran los que muestran preferencia por actividades menos activas y que no gustan de aquellas que implican  el trato con los demás.
  • Apertura o nivel en el que las personas están abiertas a nuevas experiencias o formas de hacer. Aquí, uno de los lados se conforma por aquellos que experimentan una gran fascinación por la novedad y la innovación y el opuesto por aquellos que poseen unos intereses más limitados y convencionales.
  • Amabilidad o grado en el que una persona es capaz de acomodarse a las ideas y formas de actuar de los otros. Aquellos que son capaces de supeditar sus necesidades personales a las del grupo y que pueden aceptar las normas de este por encima de las suyas se sitúan en uno de los puntos extremos de esta categoría. El inverso lo conformaran aquellos centrados en sus propias normas y necesidades más que en las del grupo.
  • Responsabilidad o grado de orientación hacia el logro de resultados y hacia el trabajo. Siendo aquellos que exhiben un alto grado de control propio enfocado  al logro de sus objetivos los que conforman un polo y aquellos que se distraen más fácilmente de la persecución de esos resultados y más hedonistas los situados en el opuesto. 

Así, según esta teoría toda persona se encuentra entre los dos extremos o polos de cada uno de los factores señalados, pudiendo establecerse a través de su posición en estos su personalidad y, por tanto, predecir en gran parte su manera de enfrentarse a la mayoría de situaciones que se le presenten en su vida.  

En este último punto, resulta interesante la opinión de Little (2016). Este experto en la personalidad humana insiste en la idea de que aunque dos personas puedan compartir una misma situación en los diferentes rasgos, esto no les hará iguales; ya que, según este, los diferentes proyectos personales de cada uno de ellos los hará diferentes. En otras palabras, a menudo estas personas se  verán obligadas a salir de la rutina habitual para poder llevar a cabo diferentes tareas que les exigirán conductas y formas de pensar que no son las habituales en sus vidas; alejándole estas temporalmente de sus rasgos definitorios. Por ejemplo, nuestra tendencia puede ser a la  introversión, pero a la hora de mejorar la imagen de nuestro negocio debamos hablar en público y mostrarnos como extrovertidos. De esta manera, para el autor, la teoría de rasgos debe tener en cuenta estos “rasgos libres” que hacen que nuestros seres queridos, trabajo, aficiones, etc. determinen en gran parte nuestra personalidad; cobrando, de esta manera, mayor importancia en lo que una persona es los proyectos de este que lo que indican esos cinco grandes rasgos de personalidad que marca la teoría más popular en este ámbito.

 

Lista De Referencias.

Carver, Ch. Y  Scheier, M. (1997). Teorías de la personalidad. México. Prentice hall.

Howard, P. & Howard, J. (2004). The Big Five Quickstart: An Introduction to the Five-Factor Model of Personality for Human Resource Professionals. Charlotte (NC). Center for Applied Cognitive Studies

Little, B. (2016, June). Who are you, really? The puzzle of personality [video file]. Recuperado de https://www.ted.com/talks/brian_little_who_are_you_really_the_puzzle_of_personality/transcript?language=en#t-838941

 

Autor: Juan Antonio Alonso

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